La noche me llama a ser su cómplice.
Yo la acepto, comulgo con ella.
Me invade,
le cedo el terreno
me penetra,
dispongo mis sentidos
me insta a volar,
despliego mis alas
me dejo llevar
la noche me está nocheando,
a mí, que ya no soy sin ella
no soy, ni un milímetro,
sin noche
me constituye,
me funda
y en ella me fundo
si me atrevo a pensarla
la noche me amanece.
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