Sólo permanece viejo lo que se mira con ojos de ayer.

miércoles, 11 de enero de 2012

Y
tus labios
tienen el sabor rojo
que saboreé en tus ojos
el primer día que te vi.
Ese día en que te miré tan al alma
que se te cayó el sexo
de entre las piernas

desde aquel día
cada día
me pienso menos
sin vos,

cada noche,
me encuentro menos
sin vos,


desde aquel día
se me abre un mundo,
se me sale el sol del corazón
congrego en sociedad
los ojos me destapo
me exhibo
                         


me despojo
de mis harapos
curto pilchas nuevas

                           

desde aquel día
mis ojos moran
tu alma,
tus pájaros rondan
mi vida

                         

y mi cielo,
que perdió una estrella,
me pidió encontrársela
y devolvérsela
y yo, que ya te encontré,
creo no poder devolvértele.




y los rayos de sol
te escribieron los ojos de
azul
yo te los leo todo el tiempo
(no hago otra cosa hace un par de calendarios ya)
¡ellos son mi novela preferida!
me narran las más increíbles historias
esas historias donde se dice todo lo decible sin hablar,
donde se habla en el idioma de los colores,
del azul,

del azul,


A veces
me cuelgo de la ventana
y a la luna se le ve el ombligo,
a veces me cuelgo de tu ombligo,
y todo mi universo
está debajo de él


y yo que
ya no distingo entre
hacerle el amor
a la noche
y hacértelo a vos


                                                     

domingo, 1 de enero de 2012

deseo calendario

como usted bien sabe, señorita
yo soy un hombre modesto, señorita
entonces déjeme desear,
para esta nueva parte calendaria
que se inicia, apenas una cosa,
señorita:

simplemente,
que usted quiera estrechar
su mano con la mía,
y juntos alcanzar una estrella,
señorita

porque si usted y yo
saltamos,
de la mano,
con el mayor
de los convencimientos,
le robamos una estrella al cielo,
señorita

porque si usted y yo
lo hacemos, de la mano,
provocamos un desastre,
señorita,
cambiamos el mundo,
señorita

porque no hay nada más fuerte
que dos amantes convencidos,
señorita,
convencidos de que, amándose,
cambian el mundo.

Pero no cambiar el mundo
como objetivo final,
sino bajo la estrategia
que yo llamo del "entre".

Entre "te quiero" y "te quiero"
una postura ética ante la vida,
que ambos compartamos.
Entre "te deseo" y "te deseo"
una acción concreta para llevarla a cabo


por mi parte,
yo ya sé que es con usted
con la única persona que puedo,
no amar, porque eso se puede por todos lados,
no cambiar el mundo, porque eso también
de mil maneras...
sino que yo sé que usted,
señorita,
es la única persona a la que yo puedo
amar y, en el "entre", cambiar el mundo
porque esas dos cosas,
amarla a usted y cambiar el mundo
son dos actos que en mí
despiertan la misma
potencia y vigorosidad,
señorita.

Entonces,
queda usted advertida
del desastre que puede ocasionar
al statu quo mundial,
y al de mi corazón,
si se decide a estrechar su mano
con la mía.

Sépalo usted,
señorita