Sólo permanece viejo lo que se mira con ojos de ayer.

martes, 22 de enero de 2013

No sé bien qué.
Una mueca de tu perfil,
un revuelo de tu voz,
tal vez un gesto al decir,
o una sentencia al hablar.

Un pelo cayendo en tu frente,
un par de párpados cerrados,
tus manos apretándome la nuca
o el aire que cortás cuando girás.


Si lo diviso, apenas, 
cambio de posición,
giro mental, intersección,
desvío necesario,
¿des-concatenación?

Un momento en que el corazón no cabe en el pecho,
un latir que nos desencaja el cuerpo para el costado,
una inmejorabilidad de tiempo y espacio.

Vuelvo a cerrar los ojos,
intento dejar de pensar.
Te miro sin hacer preguntas.
Te escucho respirar.

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