Sólo permanece viejo lo que se mira con ojos de ayer.

martes, 18 de enero de 2011

Me nasce del cuore

Mi sufrir (pasado, presente y futuro) no es susceptible de ser medido por ninguna de las unidades de tiempo hasta ahora conocidas por el hombre. No es traducible en minutos, horas ni segundos. Pero poco importa eso, porque para entender el sufrir, lo que se necesita realmente es que se sienta. Y se siente. Aseguro que se siente.
Y lo que se siente es el olor a chamuscado que emana de mi corazón. Es el desastre que le hago a mi piel cada vez que me despierto. Es el horror que diviso en mis ojos frente al espejo o son los fantasmas que corren en las noches de mis sueños.
Esos sentir(es) vale(n) más que cualquier medición de tiempo que pueda establecer cuanto ha durado o durará determinado sentimiento.

El problema (o no) sigue siendo y será que cada cuerpo escribe una historia de lo que nos pasa por la terraza. Y las palabras que vos me dejaste para escribir la historia de mi cuerpo no fueron las mejores que me pudiste haber dejado.

1 comentario:

  1. Pero qué suceso tan hermoso que con tantas "malas palabras" usted pueda hacer de la escritura este dulce momento para quien lo lee!

    Abrazo gigante, amigo!!!

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